Un número cada vez mayor de científicos reconoce la necesidad crítica de proteger la pared arterial contra la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y los ataques inflamatorios. La investigación ha demostrado que los compuestos únicos presentes en el té negro llamados teaflavinas y terarubinas pueden tener múltiples aplicaciones para la salud arterial. El extracto estandarizado de teaflavina contiene una serie de flavonoides beneficiosos que se encuentran naturalmente en las hojas de té y que ayudan a mantener los niveles de colesterol que ya están dentro del rango normal.

Se ha demostrado en estudios en humanos que las teaflavinas protegen contra la oxidación de LDL y afectan favorablemente la función endotelial, lo que ayuda a mantener una circulación saludable.

Los científicos también han descubierto que los flavonoides del té negro poseen fuertes propiedades antioxidantes, que pueden ayudar a mitigar el daño oxidativo de los radicales libres en las células y los tejidos. Además, se ha descubierto que las teaflavinas son útiles para regular mediadores inflamatorios clave en el cuerpo, lo que ayuda a preservar la integridad celular.