La bromelina, una mezcla de proteasas extraídas del tallo de la piña, ha sido utilizada por los europeos durante muchos años para inhibir los factores inflamatorios. Las propiedades reguladoras de fluidos de la bromelina pueden deberse a su capacidad para inhibir eficazmente la producción de citoquinas inflamatorias, inhibir la migración de neutrófilos y ayudar a eliminar algunas moléculas inflamatorias de la superficie celular. La investigación también muestra que la bromelina puede ayudar a mantener una viscosidad sanguínea saludable y la agregación de plaquetas en la sangre.

La bromelina debe tener una capa entérica para que no se active en el estómago y se use como enzima digestiva. Las tabletas de bromelina con recubrimiento entérico pasan al intestino delgado, donde se absorben en el torrente sanguíneo para brindar beneficios sistémicos.

La bromelina especialmente recubierta puede modular significativamente las reacciones inflamatorias en las articulaciones. La investigación ha demostrado que las formulaciones de bromelina con recubrimiento entérico son al menos tan efectivas como otros enfoques para apoyar la comodidad, la función y la salud de las articulaciones y se toleran bien. Un estudio incluso encontró que la bromelina es más efectiva que otros métodos para mantener la función articular en reposo (41 % para la bromelina versus 23 % para otros métodos).

Otro estudio mostró que la bromelina especialmente recubierta produjo una mejora general en el bienestar general, junto con una mejora en la comodidad y la función física.